La guerra árabe-israelí de 1948, en la que siete países árabes se propusieron destruir al naciente Estado de Israel, dejó más de 1.5 millones de refugiados. 850.000 eran judíos que fueron expulsados de los países árabes de la región y 700.000 eran árabes trasladados como consecuencia de la guerra.

¿Qué sucedió con la descendencia de aquellas poblaciones de refugiados?

Prácticamente cualquier resolución propuesta en la ONU contra Israel, el único lugar de Medio Oriente donde hay elecciones realmente libres, es aprobada de forma automática gracias al apoyo de dictaduras y regímenes islámicos radicales. Una mancha moral que también se encuentra en otras instituciones internacionales como Human Rights Watch y Amnistía Internacional.

Tanto palestinos como israelíes vivieron juntos en Gaza durante décadas, conviviendo en sus playas y mercados. Sin embargo, las tensiones y violencia fueron en ascenso hasta que Israel decidió retirarse del territorio el 2005. Miles de israelíes dejaron sus casas y comenzó una era inédita de autonomía para el pueblo palestino. Dos años después, Hamás tomó el control de la Franja e instaló el terror como sistema político.

Los vínculos del pueblo judío con la tierra comprendida entre el río Jordán y el mar Mediterráneo se prolongan por más de 3.500 años.

Desde la época bíblica hasta hoy, aquí se recapitulan siglos de una historia vibrante.

Si bien Medio Oriente es una región marcada por conflictos y guerras, la historia demuestra que la paz y la cooperación también son posibles.
Aquí repasamos los principales acuerdos de reconocimiento de diversos países árabes con Israel.

Pactos que han impulsado un camino de luz y esperanza.

El sistema de segregación racial que estuvo en vigor en Sudáfrica durante décadas separaba y subordinaba a la población negra en todas las esferas de la vida. En tanto, dentro de Israel, minorías musulmanas, cristianas, drusas y beduinas gozan de igualdad de derechos frente a la ley. Tal como el resto de la ciudadanía tienen derecho a voto, a postular a cargos públicos y a participar en las más altas esferas de la sociedad.

El pueblo judío conformó la principal población de habitantes entre el Jordán y el Mediterráneo por más de 1.600 años, en tierras que han sido disputadas y conquistadas en múltiples ocasiones. Babilónicos, persas, griegos, egipcios y romanos son solo algunos de los imperios también gobernaron aquí, pero el anhelo de regresar del pueblo de Israel trascendió.

“Cisjordania”, “Judea y Samaria”, “territorios ocupados” o “territorios en disputa”. El simple hecho de nombrar esta zona, en el corazón del conflicto palestino-israelí, puede generar confusión.

Aquí esclarecemos cuestiones clave sobre la historia, administración e identidad de esta tierra, al poniente del rio Jordán.

Una solución que lleva años siendo apoyada e impulsada es que tanto israelíes como palestinos tengan su propio país. En repetidas ocasiones, durante casi 100 años, se ha intentado dividir el territorio donde viven ambos pueblos para alcanzar una solución.​​
Sin embargo, una de las contrapartes ha rechazado las propuestas una y otra vez.

El conflicto palestino-israelí no es un partido de fútbol. Las vidas de millones de personas están en juego.

Apoyar posiciones extremistas, organizaciones terroristas y boicotear empresas donde trabajan tanto palestinos como israelíes sólo perjudican el futuro ambos pueblos.